miércoles, 29 de octubre de 2008

El principio del fin de Phoenix. Desactivado el brazo.


En una carrera contra el tiempo y los elementos, los ingenieros de la sonda Phoenix de la NASA esperan extender la supervivencia del aterrizador apagando gradualmente algunos de sus instrumentos y calentadores, comenzando hoy mismo. Con una misión original de 90 días, Phoenix ha completado cinco meses de exploración en el ártico marciano. Como se esperaba, con el hemisferio norte de Marte pasando del verano al otoño, el aterrizador está generando menos energía debido a los días más cortos y las menos horas de luz solar que llegan a sus paneles.


Al mismo tiempo, la nave requiere más energía para hacer funcionar los distintos calentadores de supervivencia que le permiten operan mientras bajan las temperaturas.

"Si no hiciéramos nada, no tardaríamos mucho en llegar al momento en el cual la energía necesaria para operar la nave sobrepasaría la cantidad de energía que se genera diariamente", dice Barry Goldstein, director del proyecto del JPL. "Apagando algunos calentadores e instrumentos, podremos extender la vida del aterrizador varias semanas y aun realizar algo de ciencia".


Durante las próximas semanas, cuatro calentadores de supervivencia serán apagados, uno a uno, en un esfuerzo para ahorrar energía. Los calentadores tienen el propósito de mantener la electrónica dentro de los límites de supervivencia. Cuando se desconecta un calentador, algunos de los instrumentos dejarán de funcionar. La energía ahorrada tiene como objetivo mantener la energía de la cámara principal y los instrumentos meteorológicos hasta el final de la misión.


A finales de la jornada de hoy, los ingenieros mandarán comandos para desactivar el primer calentador. Este calentador es el que se encarga de mantener cálido el brazo robótico de Phoenix, la cámara del brazo y el instrumento TEGA que calienta las muestras para conocer sus ingredientes volátiles. Apagar este calentador supone ahorrar 250 watios/hora de energía cada sol.
El equipo de Phoenix ha aparcado el brazo robótico en una zona representativa del suelo marciano. Ya no se tomarán más muestras adicionales de terreno. La sonda termal y de conductividad eléctrica (TECP), localizada en la muñeca del brazo, ha sido insertada en el suelo y continuará midiendo su temperatura y conductividad, así como la humedad atmosférica cerca de la superficie. Esta sonda no necesita un calentador para funcionar y podría estar enviando datos durante muchas semanas.

A lo largo de la misión, el brazo robótico del aterrizador ha excavado con éxito y arañado el suelo marciano y lo ha llevado a los laboratorios de abordo. "Hemos apagado este caballo de carga con el conocimiento de que ha excedido de lejos las espectavivas y ha realizado todas las operaciones que le hemos solicitado", dice Ray Arvidson, co-investigador del brazo robótico.

Cuando los niveles de energía lo requieran, los ingenieros de Phoenix desactivarán un segundo calentador, el cual sirve a la unidad de iniciación pirotécnica. Esta unidad no ha sido usada desde el aterrizaje y desactivando su calentador permitirá añadir cuatro o cinco días más a la duración de la misión. En el siguiente paso, los ingenieros desactivarán un tercer calentador, el cual da calor a la cámara principal de Phoenix (Surface Stereo Imager) y al conjunto de instrumentos meteorológicos. La electrónica que hace funcionar los instrumentos meteorológicos podría generar el suficiente calor por si misma como para mantener a los instrumentos y a la cámara funcionando.

En un paso final, los ingenieros de Phoenix apagarían un cuarto calentador, uno de los dos calentadores que dan el calor a la nave y sus baterías. Esto dejaría un único calentador de supervivencia que sería dejado hasta que se apagara por si solo. "En ese punto, Phoenix estará a merced de Marte", dice Chris Lewicki, líder de la misión del JPL.

Los ingenieros se preparan además para la conjunción solar, cuando el Sol estará directamente entre la Tierra y Marte. Esto ocurrirá entre el 28 de noviembre y el 13 de diciembre, cuando Marte y el Sol estén separados unos 2 grados entre si vistos desde la Tierra, bloqueando las transmisiones de radio entre la nave y la Tierra. Durante este tiempo, no se enviarán comando a Phoenix, pero se realizarán descargas diarias desde Phoenix que las seguirá enviando hasta Odyssey a Mars Reconnaissance Orbiter. En estos momentos, los controladores no pueden predecir si el cuarto calentador será desactivado antes o después de esta conjunción.

Fuente: sondas espaciales

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