lunes, 3 de noviembre de 2008

MESSENGER nos descubre más territorio desconocido de Mercurio

Mientras sobrevolaba por segunda vez en el año la maltratada superficie de Mercurio, la sonda MESSENGER de la NASA nos ha mostrado terrenos del planeta nunca fotografiados con anterioridad, cuyas imágenes nos ha enviado junto con mediciones de su superficie, atmósfera y campo magnético.
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La sonda sobrevoló Mercurio poco después de las 4:40 a.m. (hora EDT) del 6 de Octubre de 2008, completando una asistencia gravitatoria crítica para mantenerse en ruta y poder orbitar Mercurio en el año 2011, descubriendo con ello un 30% de la superficie de Mercurio jamás contemplada con anterioridad por ninguna sonda.
“La región de la superficie de Mercurio que hemos visto ahora por primera vez, y a cercana distancia, es mayor que la superficie de Sudamérica”, afirma Sean Solomon, investigador principal de MESSENGER y director del departamento de Magnetismo Terrestre en el Instituto Carnegie de Washington. “Cuando combinamos ésta última observación con las de nuestro primer sobrevuelo y las de Mariner 10, significa que hasta ahora hemos visto alrededor del 95% de la superficie del planeta”.
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Los instrumentos científicos de MESSENGER trabajaron febrilmente en el encuentro, ya que las cámaras tomaron más de 1200 fotografías de la superficie y el altímetro láser estuvo midiendo el perfil topográfico bajo la sonda. “Hemos completado un reconocimiento inicial del planeta más interno del sistema solar, que nos permite tener, por primera vez, una visión global de la historia geológica de Mercurio y de la geometría interna de su campo magnético”, decía Solomon.

La comparación de las observaciones de la magnetosfera del primer sobrevuelo de MESSENGER con los datos de este segundo sobrevuelo ha suministrado nuevas visiones clave de la naturaleza del campo magnético interno del planeta y ha revelado nuevas características de la magnetosfera de Mercurio.

“Los sobrevuelos anteriores de MESSENGER y Mariner 10 nos suministraron datos de sólo el hemisferio oriental de Mercurio”, explicaba Brian Anderson, del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins (APL) en Laurel, Md. “Este reciente sobrevuelo nos ha facilitado las primeras mediciones del hemisferio occidental de Mercurio, y con ellas hemos descubierto que el campo magnético del planeta es altamente simétrico”.
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“Este resultado, aparentemente simple, es importante para el campo interno del planeta, porque significa que el dipolo está todavía más alineado con el eje de rotación del planeta de lo que había podido concluír con anterioridad de este segundo encuentro”, decía Anderson. “Aún cuando los análisis mas rigurosos de estos datos están todavía en camino, creemos que este resultado nos permitirá acotar las teorías que tratan sobre la generación del campo magnético planetario a sólo aquellas que predicen un momento de rotación fuertemente alineado”.

El espectrómetro de composición atmosférica y de superficie (MASCS) observó la cola extensa en el lado nocturno y las regiones diurnas de la fina atmósfera de Mercurio (conocida como exosfera), en búsqueda de emisiones de átomos de sodio, calcio, magnesio e hidrógeno.

“Las observaciones de magnesio realizadas por MASCS son la primera detección de este elemento jamás realizada en la exosfera de Mercurio”, explicaba Ron Vervack de APL, científico participante en MESSENGER. Los análisis preliminares de las observaciones de sodio, calcio y magnesio sugieren que estos tres elementos tienen una diferente distribución espacial y que la distribución del sodio durante este segundo sobrevuelo es diferente a la observada en el primer sobrevuelo.

“Las distribuciones espaciales de sodio, calcio y magnesio son un reflejo de los procesos responsables de liberar estos elementos desde la superficie de Mercurio”, añade Vervack. “Ahora que por fin somos capaces de medirlos simultáneamente, tenemos una ventana sin precedentes para observar las interacciones entre la superficie de Mercurio y su exosfera”.
El altímetro láser de la sonda (MLA) midió la topografía del planeta, permitiendo a los científicos, por primera vez, relacionar las medidas de alta resolución de topografía con las imágenes de alta resolución.

“En el anterior encuentro, el altímetro láser adquirió el perfil topográfico en un hemisferio del planeta del que no se tenían imágenes”, explica Maria Zuber, coinvestigadora de MESSENGER y jefa del departamento de ciencias de la Tierra, Atmosféricas y Planetarias en el Instituto de Tecnología de Massachussets. “En contraste, en este segundo sobrevuelo se realizó la altimetría en regiones de las que se disponen imágenes de MESSENGER y Mariner 10, y además se ha obtenido altimetría de la región muestreada por el altímetro en Enero pasado. Estas mediciones topográficas mejorarán considerablemente la habilidad para interpretar la geología superficial”.

Ahora que las cámaras de MESSENGER han fotografiado más de un 80% de Mercurio, está claro que, al contrario que la Luna y Marte, el planeta no tiene grandes diferencias geológicas a lo largo de sus hemisferios. “En la Luna, las llanuras volcánicas están concentradas en la cara visible y son casi inexistentes en el lado opuesto”, decía el coinvestigador de MESSENGER Mark Robinson, de la Universidad estatal de Arizona. “En Marte, el hemisferio sur esta formado por altiplanicies antiguas y craterizadas, mientras que el hemisferio norte tiene terrenos bajos, suavizados y jóvenes. La superficie de Mercurio es mas homogénea, antigua y altamente craterizada, con grandes extensiones de llanuras jóvenes volcánicas yaciendo dentro y entre las grandes cuencas de impacto”.
Las imágenes coloreadas muestran también que la composición de la corteza de Mercurio es heterogénea. “Aunque no puede realizarse todavía una interpretación definitiva de su composición, la distribución de sus diferentes componentes varía tanto a lo largo de la superficie como con la profundidad. La corteza de Mercurio es más parecida a un bizcocho veteado que un bizcocho por capas”, añadía Robinson. “Cuando el conjunto de instrumentos científicos de MESSENGER termine de enviar los datos completos de la fase orbital de la misión, se podrán determinar las composiciones de las zonas descubiertas cuyas imágenes presentan coloraciones nuevas”.

“Estos dos sobrevuelos de Mercurio nos han dado un inmenso retorno científico con nuevas observaciones”, decía Solomon. “Pero algunas de las observaciones en las que tenemos mayor interés, tales como las de la química de la superficie de Mercurio y la naturaleza de los enigmáticos depósitos polares, no serán posible hasta que MESSENGER comience a orbitar el planeta. Mas aún, la naturaleza dinámica de la interacción de Mercurio con su ambiente interplanetario nos ha enseñado que necesitaremos de observaciones continuadas antes de que podamos entender nuestro planeta hermano mas cercano al Sol”.

Fuente: sondas espaciales

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