Si el brazo robótico del aterrizador Phoenix de la NASA puede darle un codazo a una roca durante la jornada de hoy (sol 117 del lunes 22 de septiembre), los científicos del equipo de Phoenix podrá ver que hay debajo. Los ingenieros que desarrollaron los comandos para el brazo robótico han preparado un plan para intentar desplazar una roca al norte del aterrizador. Esta roca tiene el tamaño aproximado y la forma de una cinta de VHS y es llamada informalmente Headless.
"Nosotros no podemos saber si podremos hacer esto hasta que lo intentemos", dice Ashitey Trebi Ollennu, ingeniero robótico del JPL de la NASA. "La idea es mover la roca con una mínima perturbación para la superficie debajo de ella. Tienes que conseguir meterte lo suficiente debajo de ella como para levantarla mientras la empujas y que no resbale por la pala".
El aterrizador recibe todos los comandos del día durante la mañana, así que no hay forma de ajustar la operación a medias si la roca comienza a resbalar. Phoenix tomó imágenes en estéreo de Headless para ayudar a realizar un mapa tridimensional para planificar los movimientos del brazo. El sábado 20 de septiembre (sol 115) el brazo amplió una zanja cercana a Headless. Los comandos enviados el domingo 21 por la tarde incluían una secuencia de movimientos para el lunes para intentar empujar la roca hacia la zanja.
Mover rocas no es encuentra entre las muchas tareas para las que fue diseñado el brazo robótico . Si la técnica funciona, el movimiento podría exponer un area suficiente como para excavar el suelo que se encontraba bajo Headlless. "El atractivo de estudiar que había debajo es tan fuerte que tenemos que intentarlo", dice Michael Mellon, científico miembro de la misión.
El motivo científico está relacionado con una capa dura y helada encontrada bajo la superficie en las zanjas que el brazo robótico ha excavado cerca del aterrizador. Excavar hacia esa dura capa bajo una roca podría proporcionar pistas sobre los procesos que afectan al hielo. "Las rocas son más oscuras que el material que las rodea y mantienen el calor", dice Mellon. "En teoría, la zona de huelo debería estar más hundida alrededor de cada roca. Si lo comprobamos y vemos esta deflección podría ser una evidencia de que probablemente el hielo está en equilibrio con el vapor de agua en la atmósfera."
Fuente: sondas espaciales
domingo, 28 de septiembre de 2008
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