El material recogido es muy compacto para el laboratorio instalado en la sonda.
El pasado jueves, la sonda Phoenix tomó la primera muestra de suelo marciano para ser analizada por el dispositivo. Lamentablemente, hasta ahora la tarea no ha sido cumplida, pues según explicó la NASA, la tierra recogida es demasiado compacta para ser analizada por el sistema de la máquina.
Según informa elperiodico.com, el del material recolectado – el cual tiene el tamaño de una taza – fue colocado por el brazo robótico del phoenix en el analizador de desarrollo térmico y de gas (TEGA), un dispositivo situado en la parte exterior de la Phoenix con el que se esperaba determinar durante esta semana el contenido acuoso y mineral de la muestra.
Este analizador posee un sistema que impide que grandes partículas lo atasquen, por lo que solo aquellas que no superan el milímetro pueden pasar a través de él y ser verificadas por un sistema de rayos infrarrojos. Hasta ahora la información emitida por el dispositivo TEGA a la base de la NASA, indica que ningún material ha pasado por su pantalla ni que haya actividad alguna en el interior de la máquina.
A raíz de los resultados, los ingenieros seguirán buscando la alternativa para introducir las partículas actuales en el instrumento. Según explicó el jefe del equipo de científicos, Ray Arvidson, "En el futuro, puede que preparemos la tierra aplastando la superficie y más tarde espolvoreemos una cantidad más pequeña por encima de la compuerta" del TEGA”.
lunes, 9 de junio de 2008
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