Un incremento notable de apariciones OVNI en un área o país determinado durante cierto tiempo se denomina una oleada. Dicha avalancha viene acompañada de todo tipo de eventos: observaciones masivas, encuentros cercanos tipo III, aparición de huellas de aterrizaje, OVNIs anfibios u OSNIs, fotos y filmaciones, pasajes de bólidos y misteriosas explosiones aéreas, avistajes de naves nodrizas, caídas de artefactos espaciales, etc. etc. y desde el año 2002 en Argentina, mutilaciones de animales.
¿Qué dice la Hipótesis?
Sustentada en el Banco de Datos FAO , período 1947-2008, con 4500 casos argentinos, se basa en 2 puntos fundamentales:
Una buena parte del Fenómeno, situado entre el 40 y el 50 % de los casos, VUELVE AL LUGAR DE LOS HECHOS, sea a los días, las semanas, los meses o años. Es decir, retorna al sitio ya incursionado o en sus proximidades.
De ésa franja de reincidencias, un llamativo porcentaje lo cumple en ciclos de DIEZ AÑOS. (Tanto para el punto anterior como para este hay que tener en cuenta que un potencial porcentaje se diluye en los casos “perdidos”, o sea, aquellos que nunca fueron reportados o aquellos que nos enteramos muchísimo tiempo después de haber ocurrido).
Por ejemplo, un OVNI avistado en tal lugar en 1968 retornará al sitio incursionado en 1978 o 1988 o 1998 o 2008, pero RETORNARÁ…
Estos ciclos si bien se aproximan al período de actividad solar cada 11 años no guardan relación con ello y en cambio existen puntos en común, aunque mínimos, con los ciclos del trabajo del Lic. Angel Díaz.
Ahora bien, de acuerdo a la cantidad de casos contenidos en un año, se puede apuntar a un vaticinio de oleada o no, para sus décadas posteriores. Por tanto, con el anuncio de 1985 (que registró un 70% de efectividad) recurrimos a la extraordinaria ola de 1965 y al significativo número de informes de 1975. Como era de suponer, las siguientes décadas, 1995 y 2005 presentaron relevantes casos en calidad y cantidad…
sábado, 16 de agosto de 2008
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